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Mantener las sartenes en buen estado es clave para evitar que los alimentos se peguen al cocinar. Aunque muchas vienen con revestimiento antiadherente, con el tiempo pueden perder esa propiedad si no se cuidan adecuadamente.
Este es un truco sencillo, utilizado por chefs, para mantener las sartenes como nuevas y evitar que se conviertan en un problema en la cocina.
Primero lo primero: elige una sartén adecuada
El primer paso para garantizar que las sartenes no se peguen es elegir un modelo adecuado. Las sartenes fabricadas con materiales como teflón o cerámica son ideales porque su superficie suave evita que los alimentos se adhieran. Además, ofrecen durabilidad y resistencia al uso diario.
Algunos aspectos importantes a considerar al comprar una sartén son:
- Material: las sartenes de teflón y cerámica suelen tener mejores propiedades antiadherentes.
- Grosor del fondo: un fondo más grueso asegura una distribución uniforme del calor.
- Compatibilidad con cocinas: asegúrate de que sea apta para tu tipo de cocina, ya sea de gas, vitrocerámica o inducción.
¿Cómo preparar la sartén antes de su primer uso?
Antes de usar una sartén nueva, es recomendable curarla para aumentar su capacidad antiadherente. Este proceso, utilizado por chefs y expertos en cocina, consiste en crear una capa protectora que evita que los alimentos se adhieran a la superficie.
¿Cómo se realiza?
- Lava y seca bien la sartén antes de usarla.
- Aplica una capa fina de aceite vegetal en toda la superficie, incluidas las paredes laterales.
- Calienta la sartén a fuego medio con una pizca de sal durante unos cinco minutos. Esto ayuda a «sellar» la sartén.
- Deja que el aceite se consuma por completo y apaga el fuego.
- Con cuidado, pasa un paño o papel de cocina por toda la superficie para eliminar el exceso de aceite.
Este proceso ayuda a proteger el revestimiento y a prolongar la vida útil de la sartén, haciendo que los alimentos no se peguen durante su uso.
Mantenimiento básico para que las sartenes no se peguen
Cuidar tus sartenes correctamente es esencial para que conserven sus propiedades antiadherentes. Aquí algunos consejos prácticos:
- Lávalas a mano: es preferible lavar las sartenes a mano con agua tibia y jabón suave después de cada uso. Evita el lavavajillas, ya que puede dañar el revestimiento.
- Evita utensilios metálicos: los utensilios metálicos pueden rayar el recubrimiento. Opta por herramientas de madera o silicona.
- Deja que se enfríen antes de lavarlas: evita cambios bruscos de temperatura, como meter la sartén caliente bajo el agua fría. Esto puede deformar el metal y afectar su funcionalidad.
- Limpieza con vinagre blanco: si los alimentos se pegan a pesar de tus cuidados, frota la superficie con una esponja empapada en vinagre blanco caliente. Esto puede ayudar a restaurar su capacidad antiadherente.
Más trucos para alargar la vida de tu sartén
Para que las sartenes no se peguen con el uso frecuente, puedes poner en práctica algunos trucos adicionales:
- Precalienta la sartén: antes de añadir los alimentos, asegúrate de precalentar la sartén a fuego medio-alto. Un truco es salpicar unas gotas de agua; si se evaporan rápidamente, la sartén está lista.
- Añade el aceite en el momento adecuado: no eches el aceite en la sartén fría. Espera a que esté caliente para evitar que los alimentos se peguen.
- Seca bien los ingredientes: asegúrate de que los alimentos estén secos antes de cocinarlos. Esto es especialmente importante con las carnes, que deben estar a temperatura ambiente y bien secas para evitar que se adhieran a la sartén.
- No muevas los alimentos en exceso: a veces, lo mejor es dejar que los alimentos se cocinen sin moverlos demasiado. Esto permite que se dore bien la superficie y reduce las probabilidades de que se peguen.
Si tienes una sartén que ya ha perdido sus propiedades antiadherentes, prueba el truco de la sal gruesa. Calienta la sartén vacía con un par de cucharadas de sal gruesa durante tres minutos.
Luego, retira la sal con papel de cocina, teniendo cuidado de no quemarte. Esto puede ayudar a eliminar residuos y mejorar su rendimiento.
El almacenamiento adecuado también es clave para mantener tus sartenes en buen estado. Si las apilas, asegúrate de colocar protectores entre ellas para evitar rayaduras en la superficie.